¡Los ganaderos no vamos a pedir perdón por existir!

Pensar en ocupaciones de riesgo siempre ha sido acordarse de bomberos, policías o trapecistas de circo, por ejemplo. Trabajos, en definitiva, que coqueteaban en el día a día con el peligro. Pues bien, a lista de actividades que acongojan tendríamos que añadir la ganadería. Una labor que cada vez resulta más difícil de ejercer por los ataques que sufre desde múltiples frentes y que, como única trinchera para resguardarse, tiene la profesionalidad de los hombres y las mujeres que la llevamos a cabo.
Las acusaciones ecologistas de que el sector ganadero es culpable de los desastres ambientales y climáticos de nuestro tiempo, se han incorporado ya al ideario colectivo, no por ser justas -que no lo son-, sino por su reiteración. Los eructos de las vacas son, al parecer, mucho más contaminantes que los millones de coches, barcos y aviones que cada día circulan por nuestro mundo y los vertidos al aire y al agua de las macroindustrias.
Ahora, además, los ganaderos tenemos que ver de esquivar las arremetidas animalistas que nos colocan el sambenito de maltratadores y las de los veganistas que amenazan a los consumidores con imaginarios males por comer carne o beber leche.
Leer más…Perder dinero y cobrar más tarde: la nueva libertad del agricultor

José Manuel de las Heras. Coordinador Estatal de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos
Partamos de un hecho y vayamos al grano desde el principio: la Ley de la cadena alimentaria, desde su entrada en vigor en 2014, no ha servido para que los agricultores y ganaderos mejoremos nuestra posición negociadora, ni para evitar que la brecha que separa los precios que percibimos y los que paga el consumidor sea cada vez más grande. Quien lo dude que se documente en Eurostat y si aún no se convence, que tire de hemeroteca y vea las fotos de los tractores en la calle en febrero y marzo.
El Ministerio pegó un aldabonazo hace medio año (sí, ha pasado medio año ya) articulando la prohibición de destruir el valor en la cadena y el deber de que a los productores se nos pague (¡qué menos!) lo que nos cuesta producir las uvas, la leche, el cereal, la fruta, la aceituna o la carne. Cero dramas: en el negocio de la agroalimentación, que mueve 150.000 millones de euros anuales, debería haber margen para ello. Pero en eso se quedó la cosa: en ruido que retumbó mucho en el sector, pero que no ha causado el más mínimo cambio real en la situación en el campo.
En estos días, los diputados de la Comisión de Agricultura del Congreso se afanan en ver qué mejoras son capaces de pactar para regular la Cadena Alimentaria y remediar la tremenda frustración que vive el campo ante una realidad que se niega tozudamente a respetar la Ley y los costes de producción. Leer más…
Los agricultores no queremos volver a ser la Cenicienta de este cuento

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José Manuel de las Heras Cabañas
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Coordinador Estatal de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos
Ahora que se empiezan a ver mejores caras, que las calles se llenan de vida y que los ojos dejan de transmitir miedo por encima de las mascarillas, no conviene bajar la guardia ni olvidar todo el polvo que ha levantado el coronavirus a su paso, dejando al descubierto tantos y tantos problemas estructurales.
Entre estos, también la situación del campo, ¿o es que nos hemos olvidado que los agricultores y ganaderos estábamos en la calle manifestándonos por unos precios justos? En Extremadura, en Castilla y León, en la Comunidad Valenciana, en Cataluña…Y, precisamente, el día antes del anuncio del estado de alarma, también a nosotros nos tocó posponer la manifestación que teníamos programada en Madrid a nivel estatal y que tenía previsto congregar a miles de agricultores y ganaderos de todos los rincones del país. Leer más…
Parar la infección, labor de todos. Parar la crisis económica le toca al Gobierno

Más allá de la incertidumbre que está generando la situación de alarma sanitaria sobre el desarrollo ordinario de la actividad en el sector agrario – y de todos los sectores económicos en general – , empieza a extenderse la preocupación por los efectos que, una vez prorrogado el estado de alarma, esto tendrá en la demanda interna, en el flujo de intercambios comerciales internacionales agroalimentarios, en el presupuesto de la PAC y las consecuencias de todo ello para el propio sector. ¿Pudiera ser que quizás lo urgente del día a día en las explotaciones no nos esté permitiendo ver lo importante? Leer más…
España, responsable de su propia PAC

Jose Manuel de las Heras
Coordinador Estatal de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos
Con la futura Política Agraria Común (PAC) se va a acabar la excusa preferida de nuestros ministros y consejeros de agricultura ante las reivindicaciones del campo: “Bruselas no nos deja”. La nueva (e inteligente) propuesta de la Comisión Europea para reformar esta política comunitaria se sustenta sobre el principio de “sírvase usted mismo”. Leer más…
Campo: ABIERTO POR VACACIONES

José Manuel de las Heras. Coordinador Estatal de Unión de Uniones.
Como cada agosto, la actividad del país se ha paralizado. Es el mes de veraneo por excelencia, a pesar de los precios y que todo resulte estar masificado, como se contará, como siempre, a la vuelta.
Aunque, en realidad, el país, en lo referente a las decisiones importantes que deben tomar los políticos, ha estado paralizado mucho más: primero haciendo las cuentas de la lechera para la moción de censura, luego para que les votemos, después para intentar formar Gobierno hasta el último momento. Así que, hemos pasado de estar en coma desde hace bastantes meses, al coma profundo en agosto. Habrá que ver qué ocurre en septiembre…con las recuperaciones y la vuelta al cole.
Pero hay algo que no se para y es la vida de las personas. Por lo que nos concierne, precisamente, la vida del campo, el medio en el que trabajamos y desde el que muchos de nosotros no vivimos la masificación de las playas, nos la cuentan, porque hay mucho que hacer para sacar adelante las producciones.
Frutas, verduras, leche, carnes, aceite, vino,… unas producciones, no nos olvidemos, que alimentan a muchas bocas, que llena despensas de muchas familias, aquí y en Benidorm, y que exportamos y que tienen que seguir funcionando, contra viento y marea y con lluvias y sequías.
Sí, porque aunque el Ministerio cuelgue el cartel de cerrado por vacaciones, el campo no se cierra. El campo sigue. Aunque el Ministerio no haya querido afrontar grandes temas pendientes en la agroalimentación española para no incomodar a los poderosos y privilegiados en los meses pasados, cuando los responsables máximos se veían de paso o no confirmados (algunos se siguen viendo así en la actualidad).
Quizá pronto se vuelva a hablar de nuevo de la España Vaciada, del abandono de los pueblos, de la necesidad de relevo generacional y de incorporación de jóvenes, pero desde luego esos temas los pospusieron u olvidaron los partidos en el momento en el que el medio rural echó su papeleta en las urnas. Tanto es así que hasta algunos, a la agricultura y al medio rural los han calificado de jarrón chino, -es muy bonito pero mejor no lo toquemos por lo que pueda pasar- y da la impresión de que ni siquiera piensan en limpiarle el polvo.
Pero nosotros, como la mayoría de los de los españoles, nos sacamos el país adelante y nos apañamos como podemos, porque seguimos haciendo nuestro trabajo, gestionando el territorio y trabajando nuestros cultivos y explotaciones, a pesar de las continuas amenazas que nos vienen por distintos flancos: meteorológicas, de sanidad animal y vegetal, de plagas o de bajos precios y aumento de costes, de tratados comerciales que se cierran en despachos sin considerar el impacto que tiene para el campo, como el más reciente de Mercosur.
Esos bajos precios que nos dicen que fija el mercado, pero en la mayoría de los casos los fija de forma unilateral la industria y la distribución, están tocando de muerte la rentabilidad de la agricultura y ganadería tradicionales y están haciendo que muchos productores huyan para sobrevivir hacia lo intensivo. Olivar, viñedos, almendros…son sólo un ejemplo, y, también en la ganadería, camino de granjas más industriales y grandes.
Quienes deciden sobre la PAC y sobre las políticas de tratados comerciales nos venden las bondades del ecologismo, de la producción sostenible, de la agricultura y la ganadería extensiva y del secano, del bienestar animal… y está bien; pero las políticas que aprueban nos empujan a todo lo contrario: a producir más, más barato… tanto como lo hacen en esos países sin tantas exigencias con los que nos colocan en situación de competir.
La sensación que tenemos es que cada vez que se quiere hacer algo, se mira al árbol y no al bosque y así no se puede entender ni dimensionar la naturaleza de lo que ocurre en ese jarrón chino en el que parece haberse convertido la agricultura, la ganadería y el medio rural.
Por eso los cítricos y la fruta se quedan en los árboles, nuestro aceite – nuestro oro líquido- mal pagado y mal valorado, la leche está desparramada por una cadena alimentaria que funciona solo para los más fuertes y la uva pagando los platos rotos de esas políticas que nos empujan a la intensificación y de las irregularidades del mercado a las que no se pone coto desde quien tiene las competencias.
Y mientras tanto el país en coma profundo porque es agosto… criticando a las vacas porque sus ventosidades producen el cambio climático, pero con el aire acondicionado del coche a tope en medio de un atasco monumental.
Foto de cabecera: «2231» flickr photo by Rafael Edwards https://flickr.com/photos/rafa2010/5659302247 shared under a Creative Commons (BY-NC) license
Repetid conmigo…. “Una PAC Fuerte, Una PAC Fuerteeeee”

José Manuel de las Heras. Coordinador Estatal de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos
Ya lo venía oyendo yo el run-rún desde hace tiempo. Pero este mes de septiembre lo he podido confirmar. El Gobierno se ha aferrado al mantra salvífico de “una PAC Fuerte” y se arropa de un coro que lo repite fervorosamente. Lo importante, dicen, es el presupuesto y lo demás es un molesto ruido de fondo… el problema es que “lo demás” es hablar de un mejor reparto de las ayudas directas, de quién es el agricultor “genuino” que cobrará las ayudas, de si hay que poner o no techos de ayuda por explotación, de si mantenemos o no los derechos históricos, o de cuáles sectores deben contar con ayudas acopladas. Pues nosotros, Unión de Uniones, vamos a hacer todo el ruido que podamos con estos temas, aunque alguno se desazone. Leer más…
Sr. Hogan…. ¡la cadena!

Por José Manuel de las Heras. Coordinador Estatal de Unión de Uniones
En el primer lunes de verano –es decir este pasado día 25- el Comisario de Agricultura de la UE, Phil Hogan se manifestó a los elegidos en Atocha y en el Congreso para tranquilizar a las masas sobre el tema de los recortes de la PAC, mostrándose comprensible y compasivo con la indignación de los agricultores y ganaderos de estas tierras.
Bueno… menos compasión y menos proponer recortes, que podrían pensar algunos.
El caso es que, en su intervención frente a los medios de comunicación, Phil Hogan felicitó a Luís Planas por las políticas que se han llevado a cabo en España sobre la cadena alimentaria. Sí, sobre la famosa Ley de Mejora en el cumplimiento de la ley cadena alimentaria. Felicitó a Planas aunque no fue él quien la puso en marcha, pero era el que estaba ahí y quien, a día de hoy, es el máximo representante del Ministerio de Agricultura. Expectantes nos hallamos con él. Leer más…
El PA’NÁ (Pacto Nacional del Agua)

José Manuel de las Heras Cabañas.Coordinador Estatal de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos
Otra vez, tras una sequía, la misma cantinela. Otra vez, con apariencia de mensaje buen rollista y diciéndonos que miran por el interés general, han resucitado la conveniencia de un supuesto pacto nacional del agua… total pa’ná.
Volvemos a escuchar los mismos mantras simplones y fantasiosos. “Agua para todos”, invocan aquellos que quieren fundamentalmente el agua de otros. “Hay que llevar el agua de donde sobra a donde falta”, sentencian muchos; pero sin aclarar donde está la que sobra, como almacenarla, ni para qué o para quiénes hace falta en otros destinos, ni tampoco cuánto es el coste económico, social y medioambiental de llevarla hasta allí. Leer más…
Una PAC para las Personas

José Manuel de las Heras. Coordinador Estatal de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos
A raíz de la escasa subida de las pensiones, el envejecimiento del sector agrario se ha puesto otra vez sobre la mesa. Por ahora, de manera muy tímida. Pero es un tema que está ahí y que va cobrando peso y forma. De momento, para los gobiernos, es aún la silueta de un fantasma, aunque si el fantasma aparece cada noche, llegará un momento que no se le podrá ignorar.
Porque el envejecimiento de este sector se debe, en buena parte, a las bajas pensiones de jubilación que dificultan el natural relevo generacional. Estamos en el punto en que un 36 % de los beneficiarios de la PAC tienen más de 65 años. Y no son los 65 años de un catedrático, o de un funcionario, con todos mis respetos a su trabajo… son los 65 años de quien, en el pasado, ha doblado mucho la espalda y ha manejado maquinaria y herramientas pesadas. Por dignidad, y por seguridad también, no tendría que verse obligado a seguir haciéndolo. Algo que no deberían olvidar los poderes públicos tampoco a la hora de plantear las reglas de juego de la nueva PAC que se va a presentar en breve, y de las que algo ya sabemos por la reciente filtración que nos hace pensar que la nueva PAC, a falta de despejarse muchas incógnitas, podría ir por el buen camino en cuanto a una mejor distribución de las ayudas. Veremos el presupuesto con el que se cuenta y la voluntad política de hacerlo realmente. Leer más…